El duendecillo de los cereales me miró

El duendecillo de los cereales me miró y habló así:
.- ¿Qué, hallas algo?
.- ¿Cómo sabes que busco algo?
.- Siempre has estado buscándolo.
.- Eso no puedes saberlo.
.- Si lo tuvieras todo no tendrías que buscar nada ¿Verdad?
.- Así es, pero no lo tengo todo.
.- Luego te faltan cosas.
.- Sí, claro.
.- Y esas cosas tienes que buscarlas.
.- Pues… sí, tienes razón.
.- Y ¿Qué buscas aquí mirando al mar?
.- El modo
.- Ah, el modo, me da que el modo no es precisamente un animal, mineral o cualquier otro objeto perdido ¿No?
.- No
.- No, bien, vamos avanzando algo, a ver, pero con calma ¿eh? No vaya a darte un ataque por la velocidad que llevamos. El modo de… venga así… que vamos bien… el modo de…
.- De hallar la forma
.- Wowww descansa descansa que el esfuerzo ha sido brutal. Venga que tú puedes… de hallar la forma de…
.- De hallar la forma de decírselo
.- Biennnn! Recuérdame que les diga a los de arriba que me cambien el nombre por el de duende de los cohones, porque eso y paciencia hay que tener contigo Raikkohonenn de la palabra.
.- Ehhh que yo no te llamé!
.- Ooh sí que lo hiciste, ah no, es verdad, quien me llamó fue tu corazón, y claro el no eres tú ¿No?
.- Pues claro que somos lo mismo!
.- Entonces ¿Por qué actúas tan distinto a el?
.- No es verdad.
.- Sí que lo es, siempre lo mantuviste prisionero del temor, oculto tras un muro. ¿Por qué? ¿Qué te da miedo?
.- No es cierto ¿Vale?
.- Pierdes y pierdo el tiempo.
.- ¿Cómo? Lo perderás tú.
.- Y tú. El mar o la mar encierra muchas respuestas, enseña muchos caminos, inspira muchos sueños y ayuda a superar malos momentos, incluso es la huida de quien no puede afrontarlos, pero pierdes el tiempo si esperas que te dé las respuestas que buscas.
.- Bien y si tan listo eres ¿Por qué no me la das tú?
.- Ya te la di, sé tú, libera tu corazón. De tanto protegerlo, bien es cierto que no lo dañarán, pero tampoco nunca lo conocerán, te conocerán.
.- Pero tengo miedo!
.- ¿A qué? ¿A conocerte?
.- Noo, a que me diga que no.
.- ¿Qué diga que no a qué!? ¿A quién? No te conoce, y no te conocerá nunca si no puedes mostrarte como eres. Estabas buscando el modo de decirle ¿Qué? ¿Qué la quieres?
.- Sí.
.- Cuando seas tú y derribes ese muro entonces no tendrás que buscar modo alguno de decirlo,
ni versos en el mar, ni yo te haré falta,
porque habrás vencido tus miedos
y surgirá desde tu corazón un te quiero.

.- Ehh amigo! Despierte! Que tenemos que pasar con la máquina.
.- ¿Qué? ¿Qué?
.- Que tenemos que limpiar la playa! ¿Qué? De resaca ¿No?
.- No, no sé, bueno ya me marcho
.- Heyy se deja esta bolsa de cereales!
.- No es mía, estaba ahí tirada!
.- En fin, y eso que lo pillamos dormido con ella entre los brazos… que mentir ¿Sí?
.- Perdone, sí es mía, soy yo ¿Sabe? No me tiré aún comienzo a vivir!
.- Está como una cabra!

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