Está Vd despedido
Está Vd despedido, lo siento mucho pero no nos queda otra alternativa…..
Dejó de escuchar, ya sabía todo lo que le faltaba por decir. Salió de la oficina mientras voces de solidaridad a sus espaldas quedarían olvidada tras cerrar la puerta.
Amenazaba tormenta, aunque en aquel momento poco le importaba, escoltado entre el coraje y la impotencia emprendía en ese momento una senda de incierto destino. De nada sirvieron las manifestaciones, ni reuniones. Pero y por destrozar su vida ? Quien pagaba por ello ? Su ira le hizo girarse hacia la fábrica y lanzar un grito contra… contra daba igual, contra todos, la empresa, el gobierno, el Principado, Europa, todos tenían la culpa y todos se sentían victimas, pensó. Oh sí, vaya victimas. Se decía mientras reemprendía la marcha.
Hasta ese momento nunca había oído hablar de Bielorrusia, tuvo que pedirle el atlas a su hijo para saber donde ubicar ese país, al que sin conocer ya odiaba, no tenían que haber entrado ninguno en Europa! Maldecía, mientras recordó que en el bolsillo aún tenía la misiva que repartió la empresa anunciando su traslado a aquellas tierras, malditos todos!
Lo había intentado ocultar en casa, pero ella con una sola mirada al despertar supo lo que se avecinaba, y tenían aún que decírselo a su hijo. En ese instante una persona se le acercó con acento a pedirle limosna, una mezcla de odio y pánico se adueñó de él. Quería desahogar su rabia sobre ella culpándole de todos sus males, y al mismo tiempo temía verse reflejado, pidiendo por las calles, él! No podía ser!! Nooo!! No hacía nada que veía a los indigentes como algo tan lejano, tan ajeno a él que no podía imaginarse ahora tan cerca de ellos. El tintineo de las monedas en la lata le hizo despertar de ese instante de parálisis, quería alejarse corriendo de allí, de aquel ser, aquel fantasma, porque eso era, un fantasma llegado desde el futuro, sí, eso era, un mal sueño, tenía que despertar!!!
.- Cielo que te sucede ? – Le dijo ella, sobresaltada – Son casi las 4!
.- Nada, vuelve a dormirte, fue solo una pesadilla, afortunadamente fue solo una pesadi….- El se giró de repente! Aquella voz, aquel acento… no podía creer lo que estaba viendo! Allí entre cartones sobre aquel tullido colchón ella estaba mirandole fijamente, y junto a la cabecera una lata con unas monedas y una misiva que le era familiar. Ella al observar que la miraba le dijo país, mi país. No podía reaccionar, no sabía como había llegado a esta situación, un fuerte olor a alcohol llegaba de su aliento, maldita… tú y tu… país habeis arruinado mi vida!! Dijo golpeandola con fuerza hasta matarla habeis arruinado mi vida! A los gritos desesperados de la victima acudió en su auxilio una patrulla de la policía la cual detuvo al agresor que no opuso resistencia alguna.
Lejos de allí, en casa su mujer seguía esperandolo en el salón; nunca llegaba tan tarde y le era imposible dormir. Llamó a su compañero y se había puesto su mujer ya que él se encontraba de juerga con los demás compañeros de la fábrica. Los sindicatos y la patronal habían llegado a un acuerdo y la empresa readmitía a los despedidos.
Seguramente estaría celebrandolo y pillando una buena – pensó. Y se alegraba de la noticia, aunque en realidad aquella señora le había dado dos, una que le habían despedido, y la otra que le habían readmitido. Pero eso no quitaba que no le hubiera siquiera hecho una llamada en todo el día. No pensaba perdonarle esto, menuda bronca le esperaba.
- Sí, tiene derecho a una llamada-
Y él se dispuso a llamarla…
Dejó de escuchar, ya sabía todo lo que le faltaba por decir. Salió de la oficina mientras voces de solidaridad a sus espaldas quedarían olvidada tras cerrar la puerta.
Amenazaba tormenta, aunque en aquel momento poco le importaba, escoltado entre el coraje y la impotencia emprendía en ese momento una senda de incierto destino. De nada sirvieron las manifestaciones, ni reuniones. Pero y por destrozar su vida ? Quien pagaba por ello ? Su ira le hizo girarse hacia la fábrica y lanzar un grito contra… contra daba igual, contra todos, la empresa, el gobierno, el Principado, Europa, todos tenían la culpa y todos se sentían victimas, pensó. Oh sí, vaya victimas. Se decía mientras reemprendía la marcha.
Hasta ese momento nunca había oído hablar de Bielorrusia, tuvo que pedirle el atlas a su hijo para saber donde ubicar ese país, al que sin conocer ya odiaba, no tenían que haber entrado ninguno en Europa! Maldecía, mientras recordó que en el bolsillo aún tenía la misiva que repartió la empresa anunciando su traslado a aquellas tierras, malditos todos!
Lo había intentado ocultar en casa, pero ella con una sola mirada al despertar supo lo que se avecinaba, y tenían aún que decírselo a su hijo. En ese instante una persona se le acercó con acento a pedirle limosna, una mezcla de odio y pánico se adueñó de él. Quería desahogar su rabia sobre ella culpándole de todos sus males, y al mismo tiempo temía verse reflejado, pidiendo por las calles, él! No podía ser!! Nooo!! No hacía nada que veía a los indigentes como algo tan lejano, tan ajeno a él que no podía imaginarse ahora tan cerca de ellos. El tintineo de las monedas en la lata le hizo despertar de ese instante de parálisis, quería alejarse corriendo de allí, de aquel ser, aquel fantasma, porque eso era, un fantasma llegado desde el futuro, sí, eso era, un mal sueño, tenía que despertar!!!
.- Cielo que te sucede ? – Le dijo ella, sobresaltada – Son casi las 4!
.- Nada, vuelve a dormirte, fue solo una pesadilla, afortunadamente fue solo una pesadi….- El se giró de repente! Aquella voz, aquel acento… no podía creer lo que estaba viendo! Allí entre cartones sobre aquel tullido colchón ella estaba mirandole fijamente, y junto a la cabecera una lata con unas monedas y una misiva que le era familiar. Ella al observar que la miraba le dijo país, mi país. No podía reaccionar, no sabía como había llegado a esta situación, un fuerte olor a alcohol llegaba de su aliento, maldita… tú y tu… país habeis arruinado mi vida!! Dijo golpeandola con fuerza hasta matarla habeis arruinado mi vida! A los gritos desesperados de la victima acudió en su auxilio una patrulla de la policía la cual detuvo al agresor que no opuso resistencia alguna.
Lejos de allí, en casa su mujer seguía esperandolo en el salón; nunca llegaba tan tarde y le era imposible dormir. Llamó a su compañero y se había puesto su mujer ya que él se encontraba de juerga con los demás compañeros de la fábrica. Los sindicatos y la patronal habían llegado a un acuerdo y la empresa readmitía a los despedidos.
Seguramente estaría celebrandolo y pillando una buena – pensó. Y se alegraba de la noticia, aunque en realidad aquella señora le había dado dos, una que le habían despedido, y la otra que le habían readmitido. Pero eso no quitaba que no le hubiera siquiera hecho una llamada en todo el día. No pensaba perdonarle esto, menuda bronca le esperaba.
- Sí, tiene derecho a una llamada-
Y él se dispuso a llamarla…
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