Si llueve

.- Si llueve…
.- ¿Qué harás si llueve?
.- No, pensaba que se está poniendo feo para regresar.
.- sssshhhh y quien quiere regresar? Nos vamos para no regresar – Sonrió ella.
.- Nosotros debemos regresar.
.- ¿Cómo?
.- Puede que no estuviera en lo cierto, puede que tengan razón, pueden ser tantas cosas que..
.- Y por qué ahora ese miedo? Llevábamos planeándolo mucho tiempo. Conseguiste convencerme, quitarme los miedos y ahora eres tú quien los tiene?
.- Temo por ti.
.- Mentira, tienes miedo de ti mismo, yo no te importo nada, tienes miedo de equivocarte, de fracasar, de repente te importa mas lo que dejas que lo que tienes ante ti.
.- ¿Cómo puedes decir eso? Y los riesgos que he corrido? Estoy a punto de perder mi trabajo, mi forma de vida, mi
.- tú tú tú, es eso lo que te preocupa? En que momento de tu discurso aparezco yo? Al final?
Sabes que si regresamos me lapidarán, moriré! Ese era mi riesgo, vivir o morir, y creí en ti, nada me importaba, ni siquiera mi vida sino era compartiéndola contigo. Como pude ser tan tonta!
.- Pero yo te quiero.
.- ¿Qué quieres tú? o mejor ¿A quien quieres tú?
.- A ti, seguro que si se lo explicamos lo entenderán, yo pued
.- Tú no puedes nada. Me pregunto como los dioses permiten el uso de esas dos palabras en personas tan inconscientes.
Como pude dejarme convencer, como pude..
.- Tal vez bastó el hecho de que podía sacarte de tu mundo.
.- Maldito cobarde. - La mano de ella impactó súbitamente sobre el rostro de él.- No quería nada de tu mundo, tan solo a ti. Yo sí he tenido valor para dejar el mío, y tú? Ahora entiendo hacia donde llevaban tantas bonitas palabras y regalos. Nunca pensaste en cruzar la frontera verdad? El lugar mas lejano al que puedes erectar tu pensamiento era la cama, no? No? Vamos respóndeme! Aquí me tienes, desnuda. Victoria! y ahora lo siento mucho pero adiós, no?
.- Estás muy nerviosa, cálmate por
.- No me toques! No existe ninguna casa frente a la playa verdad? Ni dálmata alguno esperándome, ni – sus lágrimas sellaron sus labios.
.- No puedo llevarte conmigo, entiéndelo. No podía imaginar que dejaras todo por
.- Por amor? Y cuando ibas a decírmelo? En el aeropuerto? Cuando nos pidieran los billetes? Espera, nunca existió mi billete, verdad?
No te preocupes, sé el camino de regreso, vete tranquilo
.- Pero… lo entiendes? Todo esto me supera, yo…

Ella descendía por la senda camino del poblado sin volver la vista atrás, llevando consigo el equipaje de un sueño roto bajo la lluvia que comenzaba a caer con fuerza.

La misma lluvia que unos pocos kms. mas al norte caía sobre el aeropuerto en el instante en que el grupo se disponía a facturar. No paraban de hablar entre ellos, cada cual presumiendo de sus éxitos.
.- Deberían crear tarifas planas para el turismo sexual jajaja! – Exclamaba uno jactándose de ello.
.- Shhh estás loco! Somos turistas intelectuales jajaja – Dijo otro. – Somos lo que levantamos este país. – Las risas fueron bruscamente interrumpidas con la llegada de efectivos policiales a la zona de embarque.
.- Mr. Nazzinger – Gritó el sargento que los comandaba.
.- Yo, yo soy. – Respondió tembloroso un miembro del grupo.
.- Permite un momento su bolsa?
.- Sí como no, pero dense prisa por favor, el vuelo está a punto de salir y..
.- ¿Qué es esto? - Dijo el policía.
.- ¿Esto? Un regalo que me hicieron.
.- ¿Quién?
.- Para que quiere saberlo? Una persona muy amable, y yo que sé! No sé quien es ni donde podría hallarla.
.- Pues entonces está en un apuro Sr. Porque es una pieza que forma parte del tesoro nacional del país, y el contrabando de arte es un delito.
.- ¿Qué? Oiga puedo explicarlo, me lo dio… Ella! sí sí, ella fue. – Dijo refiriéndose a la niña que observaba la escena al otro lado del mostrador.
.- Se refiere Vd a esa niña? De que conoce Vd a esa… menor – Le respondió el sargento enfatizando la palabra menor.
.- ¿Menor? No, no puede ser, yo, yo…
.- Acompáñenos Sr. me temo que va a tardar unos años en abandonar el país.

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